Vivimos en una sociedad en la que el poder de las palabras ya no es suficiente para que los clientes se convenzan plenamente de un producto. En cambio, si la palabra y la experiencia se mezclan se consigue crear un engagement y una fidelización que hará más duradera la relación.
Aunque la promoción de una experiencia puede ser más emocionante y llena de beneficios adicionales, las empresas a menudo encuentran difícil mantenerse al día con los cambios demográficos. Si la intención de una empresa es estar siempre al día y atraer nuevos clientes, la estrategia de comercialización tendrá que incorporar cambios de gustos, sentimientos y demografía.
Además de las dificultades, la promoción de una experiencia permite a los clientes probar el producto sin tener que comprometerse de inmediato. Por lo tanto, los expertos sugieren que para llevar a cabo una comercialización eficaz, la empresa debe primero captar el interés y después proporcionar una experiencia maravillosa a los clientes interesados. Solo gracias a una buena experiencia que los clientes volverán y las empresas habrán conseguido sus objetivos.
